lunes, 28 de enero de 2013

Empanado de Libro

Llibrería Catalonia Vs. McDonals

Hace unos días salió en las noticias, que una de las librerías más emblemáticas de Barcelona, cerrará sus puertas definitivamente en breve. La crisis económica, las nuevas tecnologías aplicadas al ocio de la lectura y un preocupante deterioro cultural de  la sociedad, han sido motivo suficiente para su clausura. Pero si esto ha sido un “desgraciado suceso” que describe el reflejo de una sociedad ignorante e insensible, no es para menos el hecho en sí, de que en su lugar se abra uno de esos templos del fast-food - bueno, mejor dicho junk food.

Aunque lo grave no es solo que se cierre una librería, una biblioteca o cualquier tipo de tufillo que huela a cultura – y valga la expresión, que nada más lejos de pensar que el “saber”,  pueda significar una atrofia de las glándulas olfativas – sino la paradoja de ser sustituido por la cultura del sobrepeso en forma de hamburguesa y eso si que huele, y para colmo a fritanga.

Ahora analicemos: cuando uno entra en cualquier tienda de libros, se encuentra a personas tranquilas, observadoras y con cierta inquietud de saber o conocer que, en algunos momentos da la sensación de rozar incluso de síndrome de Stendhal. Más o menos lo que le ocurría al franciscano personaje de Guillermo de Baskerville interpretado genialmente por Sean Connery  en “El nombre de la rosa”, tras descubrir los tesoros bibliográficos que ocultaba la biblioteca más grande de la cristiandad.  

¿Y ahora qué? Pues bien, si entramos en uno de esos establecimientos donde se venera a la hamburguesa, en lugar de escuchar un susurro de frases completas y conversaciones de diálogos bien ligados, no encontraremos con inconexos y balbuceantes monosílabos a veces incomprensibles. Y no aquello de que: “a buen entendedor pocas palabras bastan” o como decía Baltasar Gracián de “lo bueno y breve dos veces bueno”. No, es peor, porque dicho balbuceo va acompañado de breves soniquetes del WhatsApp en los smartphones. Es volver al eslabón perdido de la evolución humana antes de descubrir el lenguaje o el intento  científico de que un chimpancé articule alguna palabra- Al final, la película “El planeta de los simios”, será el vaticinio de un futuro no muy lejano.  

Pero ya que tan enorme fábrica de comida en serie desea ampliar su negocio de fast-food en pos de una librería, ¿no sería bueno que por cada dos hamburguesas regalase un libro? Así no solo saciarían de grasa el organismo sino que desarrollarían materia gris en el cerebro. Pero pensándolo bien, si les obsequiasen con dicho regalo, lo confundirían con servilletas de papel. Y no me puedo imaginar a la salida de semejantes establecimientos las obras de Shakespeare o Cervantes embadurnadas con manchurrones de kétchup o mostaza. Amén

1 comentario:

  1. Buenas tardes compañero,

    Muy interesante y reflexivo tu blog, sin duda,Y no lo digo por decir, porque simplemente podría no decir nada...
    Muchas veces tengo la sensación que ser una persona tranquila, que se preocupa por los demás y que simplemente se esfuerza por hacer todo, lo mejor posible, no siempre con buenos resultados;esta en vías de extinción.
    Basta con dar un vistazo a nuestro alrededor y ver cómo va todo y sobretodo, las generaciones que vienen!!!! Pero ante todo hay que pelear por ser positivos y mirar al futuro con optimismo, que de gentuza y ladrones ya vamos servidos...

    Estamos en contacto amigo!!!!
    Ismael

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